Una pasajera denunció en una comisaría que fue agredida por un chofer por exigir que le cobre 2.100 el pasaje. Un chofer denunció a un pasajero ante Delitos Económicos por negarse a pagar 2.300 por el boleto. Dos historias, un mismo problema: El precio del pasaje.
Asunción -20Medios- 24/Enero/2013
El Poder Ejecutivo emitió el martes 22 de enero un decreto por el que fijó a 2.100 guaraníes el boleto del pasaje para el transporte público en la zona del Área Metropolitana, argumentando la disminución en el precio del gasoil. Determinó bajar 200 guaraníes; el pasaje estaba en 2.300.
Fue tras dos días de estudios, y de negociaciones que no llegaron a buen puerto, o en este caso “a buena parada”.
La decisión fue adoptada a pesar de la oposición del gremio de los empresarios del transporte, Cetrapam, cuyo titular, César Ruíz Díaz, anunció que no la acatarían por varias razones (y lo cumplieron), para después, vía Twitter burlarse de un usuario que le cuestionaba el tema, lanzando una frase conocida, pero polémica, que fue como una bofetada: “Si te pica, rascate”.
Bajar el precio del pasaje en Paraguay nunca fue fácil, pero ocurrió en escasas ocasiones (muy escasas, para contar con los dedos de una mano), también por derivación de la disminución del costo del gasoil.
El usuario está acostumbrado a preparar más dinero para el pasaje cuando se anuncia el aumento del precio del gasoil, cosa que inmediatamente activa el mecanismo de suba del precio del boleto. A lo que no está acostumbrado el usuario es a que baje el precio del pasaje, y menos aún a reclamar que no se le cobre más de lo que está establecido. La cuestión no es simple, y fue más complicada en esta ocasión, por varios motivos.
EL DECRETO. El decreto firmado por el presidente Federico Franco y anunciado por el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Salyn Buzarquis, careció de algunos pequeños pero grandes detalles que dieron pie a los empresarios a animarse a negarse a cumplir la medida. Uno de ellos fue el acompañamiento por parte de la Setama (Secretaría de Transporte del Área Metropolitana), que finalmente ocurrió el jueves 24, tras dos días de guerra de argumentos entre el Gobierno y los empresarios, para sufrimiento del usuario.
Los empresarios afirman que fue una “medida populista” y el Gobierno de que es una «medida justa» que favorece al «bolsillo del ciudadano».
El Ejecutivo tuvo que realizar un gran esfuerzo para convencer a los integrantes del Consejo de la Setama para ratificar el precio en 2.100, sea como sea. Imaginen lo que hubiera pasado si el ente decía que el precio no era correcto. Para lograr este respaldo se debieron dar una serie de negociaciones.
El usuario no está acostumbrado a que se baje el precio del pasaje, y menos a reclamar que no se le cobre más de lo establecido. Sí, repetimos. Es que fuera de la guerra política, económica, electoralista, de campaña, como quieran llamarla, que se conjugó en este tema del precio del pasaje, los usuarios de nuevo fueron los afectados.
Veamos dos casos, muy distintos, pero con un problema en común: el precio del pasaje.
CASO 1 (Publicado en el diario Última Hora). Un usuario de la red social Twitter identificado como Tito Sandoval, expresó a través del Diario Última Hora que un chofer de la línea 38 lo denunció ante el departamento de Delitos Económicos de la Policía Nacional al negarse a pagar el monto de G. 2.300 por el pasaje.
El medio detalló más: “Sandoval relató en una serie de tuits las peripecias con el chofer identificado como Reinaldo Fernández. Comentó que al abordar el colectivo pagó 2.100, como establece el decreto firmado por el propio presidente de la República, Federico Franco. El conductor exigió que pague G. 200 más, pero ante la negativa del usuario, ofuscado bajó a los demás pasajeros y se dirigió al departamento de Delitos Económicos de la Policía Nacional a radicar la denuncia. El oficial Fidel González solo atinó a tomar nota del asunto y dijo que el caso «no es de su incumbencia», según contó Tito Sandoval en su cuenta de Twitter”.
CASO 2 (Publicado en Abc Digital). Una pasajera de la Línea 13 fue agredida por el chofer del bus, luego de exigirle el cobro de G. 2.100. El conductor, quien fue detenido, reaccionó luego de un altercado verbal y la golpeó contra el vidrio trasero de su asiento.
El sitio del diario Abc Color agrega: «La afectada, Paola Sosa, denunció a ABC Color que este miércoles, aproximadamente a las 18:30, abordó un bus de la Línea 13 para dirigirse a su domicilio. La pasajera pagó al chofer el importe de G. 5.000, aguardando que le devuelva los G. 2.900, que correspondía según el nuevo precio del pasaje, que generó conflicto entre el Gobierno y el sector empresarial».
La historia, contada en el sitio, sigue así: “El chofer se negó a darle tal importe y le devolvió G. 2.700. Ante esta situación, Sosa le reclamó al chofer, quien le manifestó que ningún pasajero se quejó por el pago de G.2.300. En las inmediaciones del Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional, del barrio Herrera de Asunción, la mujer exigió al chofer que le devuelva el monto legal, infructuosamente. Acto seguido, le devolvió los G. 2.700 que le había dado, solicitándole que le retorne los G.5.000 ya que iba a abordar otro bus. El chofer se volvió a negar, por lo que la pasajera decidió dejar el vuelto en el contenedor de monedas y retirar G. 5.000”.
Y luego: “Esto motivó la ira del chofer quien la tomó del pelo y la golpeó contra el vidrio de la reposera del asiento. Los pasajeros reaccionaron ofuscados ante tal situación y, gracias a la intervención de un suboficial que estaba viajando en la línea, pudieron detener al chofer”.
El conductor fue detenido en la Comisaría 11 Metropolitana y la afectada anunció que iniciará acciones legales contra la empresa Conquistador S.A.
DOS CASOS, UN PROBLEMA. El chofer del bus que denunció al pasajero y la usuaria agredida reclamaron lo que les pareció justo. Lamentablemente, la que se llevó la peor parte, en las dos historias, fue la usuaria, que fue agredida.
Hilando más los casos podemos señalar que el usuario del caso 1 y la usuaria del caso 2 fueron, así como miles, víctimas del problema. Víctimas del sistema que impera cuando se trata del transporte público y víctimas de la ineficiente tarea gubernamental cuando se trata de favorecer a la sociedad.
Resumiendo lo que sucedió podemos decir:
- Fue firmado un decreto que no fue tenido en cuenta o no tuvo el peso que debió tener.
- Los empresarios se sienten con mucho poder para desafiar con no cumplir con un decreto (ahora dicen que acatarán la decisión, pero que atacarán judicialmente)
- Las negociaciones políticas, económicas, electorales, y por qué no particulares, siguen primando sobre el bien general.
- Un empresario del transporte recomendó: “Si te pica, rascate”
- Un chofer denunció a un pasajero porque no quiso pagar 2.300 y una pasajera denunció a un chofer por agresión al querer pagar 2.100.
- Los usuarios siguen siendo víctimas de un sistema de transporte público ineficiente.
- Los usuarios seguirán viajando en colectivos chatarra, a pesar del festejo momentáneo por la disminución (y confirmación) en el precio del pasaje.
- El precio del pasaje volverá a subir. No se apure.