Nueva versión. La versión no oficial. «La matanza de Curuguaty» se denomina la investigación realizada por la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos (Peicc) sobre lo ocurrido en los campos de Morombí el 15 de junio. Hablan de francotiradores y omisión de auxilio. El video comentado.
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Asunción – 20Medios – 4/Octubre/2012
La Fiscalía asegura que el enfrentamiento del 15 de junio en cercanías de los Campos Morombí que dejó 17 muertos y provocó luego el juicio político a Fernando Lugo, comenzó cuando campesinos dispararon a matar contra policías.
Un informe presentado ahora, tras una investigación no oficial impulsada por sectores asociados al campesinado, sostiene que hubo algo que las autoridades no quieren admitir: La posibilidad de francotiradores. Para sostener esta afirmación presentaron un video comentado que contrapone la versión oficial.
El equipo de investigadores estuvo liderado por el español Aitor Martínez Jiménez y el informe fue presentado el martes 2 de octubre pasado, contraponiendo algunos puntos sostenidos por la Fiscalía y la Policía.
La investigación sostiene que los enfrentamientos iniciaron tras disparos de armas de guerra, probablemente ametralladoras, que en teoría no tenían los campesinos. Las armas incautadas por la Policía tras el enfrentamiento no son ametralladoras, sino escopetas que incluso algunas de ellas no fueron usadas, siempre según el informe no oficial.
Igualmente, hablan de omisión de auxilio para campesinos y que varios de ellos murieron desangrados por falta de atención. No descartan ejecuciones en el mismo campo y se preguntan sobre una víctima cuyo cuerpo nunca apareció.
«Lo que podemos afirmar categóricamente es que entre los primeros disparos se escuchan ráfagas de armas de guerra de gran potencia, fusiles de asalto, evidencia que no es tenida en cuenta por la Fiscalía, que insiste en que provinieron de las escopetas de caza de los campesinos», dijo Martínez Jiménez durante la presentación de la investigación, de acuerdo a lo que recogió el diario Última Hora.
EL VIDEO. Según los investigadores, el video comentado es la prueba clara que no hubo emboscada, como sostiene la Fiscalía. Igualmente -se afirma- se puede escuchar la ráfaga de armas automáticas.
Algunas conclusiones de la investigación:
- Los disparos fueron efectuados por francotiradores estratégicamente apostados en los flancos laterales.
- Los disparos corresponden a armas automáticas, probablemente fusiles M16 o a su familia ( por ejemplo M4). La cadencia de los disparos es menor de 0.30, lo que demuestra antes de cualquier prueba pericial el uso de fusiles automáticos.
- Los campesinos no dispararon en ningún momento sus antiquísimas e inofensivas escopetas de caza.
- Los policías fueron alcanzados en la cabeza, como forma de evitar las protecciones, lo que demuestra el alto grado de entrenamiento y el poder de las armas usadas.
- Los fusiles dispararon 9 segundos, vaciando sus respectivos cargadores
El periódico E’A, señala, siempre según la investigación que «además, algunos campesinos fueron abatidos durante dicha balacera, como se observa en un momento del video en el que se arrastra el cuerpo de uno de ellos, lo que demuestra que los francotiradores apostados dispararon indiscriminadamente tanto a policías como a campesinos».
El diario Última Hora, señala en una publicación, que «además de revelar que hubo disparos con armas de guerra (y que no fueron halladas), el informe paralelo sobre la masacre de Curuguaty cuestiona:
- Hay serios indicios de presuntos ajusticiamientos extrajudiciales de campesinos tras el tiroteo, pero las Fiscalía no los investiga.
- Hubo atención preferencial para los policías heridos (rapido traslado a hospitales, incluso por vía aérea), pero no se procedió igual con los campesinos. En muchos casos hubo omisión de auxilio y hay sospechas de que algunos murieron desangrados.
- Se emitieron órdenes de desalojo y allanamiento sin que el supuesto dueño de las tierras tenga títulos de propiedad.
- El fiscal de la causa no investigó el hallazgo de 40 hectáreas de marihuana en Campos Morombí y su posible relación con la masacre.
LA VERSIÓN FISCAL. El mismo día de la presentación de la investigación, la Fiscalía ofreció una rueda de prensa en la que brindó detalles del caso. El fiscal general del Estado, Javier Díaz de Verón, afirmó que «no hubo infiltrados» entre los campesinos, y se ratificó en que fue una emboscada.
El fiscal encargado de la investigación, Jalil Rachid, afirmó que la actitud de la policía siempre fue de pacificar y detalló que el primer caído, el jefe del Grupo Especializado de Operaciones, Ever Lovera, recibió 10 impactos de bala.
DENUNCIA. Los investigadores de la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos (Peicc) también mencionan una presunta omisión de auxilio policial a campesinos heridos. Sobre el tema escribió el periodista Andrés Colmán Gutiérrez, del diario Última Hora. Reproducimos su artículo.
Las imágenes hablan por sí mismas. Son 13 fotografías, contenidas en el informe «Matanza de Curuguaty», investigación paralela realizada por la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos (Peicc), presentado el martes.
Las fotos fueron tomadas en la mañana del viernes 15 de junio de 2012, a pocas horas del infernal tiroteo en Marina Cué, que dejó 11 campesinos y 6 policías muertos a balazos.
En las primeras imágenes se ve a dos campesinos pidiendo auxilio a un grupo de policías, al costado de la ruta 10 Residentas (que une Curuguaty con Salto del Guairá), casi frente a la entrada a Campos Morombí.
La identificación posterior permitió comprobar que se trataba de Felipe Nery Urbina (de camisa blanca) y Arnaldo Quintana (de remera y campera oscura).
Urbina es comerciante de Yby Pytã, quien asegura que a la hora del tiroteo estaba allí, a kilómetros del lugar de la masacre, en una reunión con autoridades sobre el proyecto de elevar la población a categoría de distrito.
Sostiene que cuando supo lo ocurrido, acudió inmediatamente a prestar auxilio. En medio del caos halló a Quintana con una herida de bala en el vientre, y lo ayudó a intentar llegar a un puesto médico.
OMISIÓN. En la secuencia de fotos, se los ve rodeados por policías. También se observa que llega una ambulancia de la Gobernación de Canindeyú (chapa BFG833), con paramédicos, que abren la puerta trasera del vehículo y se disponen a alzar al herido y a su acompañante.
En otra foto, los policías parecen oponerse a que sean alzados. Las puertas de la ambulancia se cierran y el vehículo se aleja. El campesino herido y su acompañante son esposados y alzados a la carrocería de una patrullera.
«Con estas pruebas, la Fiscalía está obligada a abrir una investigación contra estos policías, por denegación de auxilio, omisión del deber y otros delitos conexos», sostiene el informe, alegando que no se las tomó en cuenta. Urbina y Quintana están entre los 15 campesinos imputados y presos por la masacre